La Sinsorga nos confía su casa hasta la cocina para cerrar seis meses de presentaciones del libro en distintos espacios.
Si han hecho falta 513 páginas, llevar el libro a la radio, librerías, reenviarlo vía PDF, colarnos en formaciones, charlas, y hasta hacer un taller (gracias compas de Las Sindis, y en especial a la Sra. Schiaffo, por no cejar y acompañar y cuidar de todo esto), para que lo que vomitamos llegue y dé alguna vuelta de campana en la cabeza y el hacer de alguien, bien estará el esfuerzo.
Hay un peso sobre nuestras vidas. Para aligerarlo podemos convertirlo en autocompasión. Pero eso no nos salva de seguir recibiendo mierda que añadir al peso. Hemos querido hacer otra cosa: agarrar ese peso y echárselo en la cara de quienes nos tratan como a humanas de segunda y que sientan, en sus narices, que se acabó.
Lo que hacemos, con nosotras, en nuestra vida, repercute entre las demás.
Seamos dignas con avaricia.
Comentarios
Publicar un comentario